Tiempo... eso es todo lo que preciso. Últimamente me pregunto por qué transcurre tan rápido cuando lo dedico al arte; mi día tendría que constar de 48 horas (y creo que aun así no sería suficiente). Ahora que el reloj a comenzado la cuenta atrás para entrar en el nuevo año parece que el poco tiempo que tengo se escapa todavía más deprisa.
Pese a que escasea en mi despensa ese tiempo del que hablo, he podido secuestrar un par de horas para hacer esta ilustración que os muestro y con ella despedir al 2011 y dar la bienvenida al 2012 en vuestra compañía.
Nunca me ha gustado hacer balance personal al terminar el año (ni tampoco a mediados de Agosto, vamos, que los balances no van conmigo), así que seré breve en este aspecto y resumiré diciendo que, para mí, el 2011 ha sido un año regular. Las cosas buenas que me han ocurrido no compensan a las malas y no consigo establecer un equilibrio.
Con mucho gusto mandaré al 2011 a tomar viento fresco mientras me tomo mis doce uvitas al compás de las campanadas y podré todas mis ilusiones, sueños y buenos deseos en el 2012 y en no atragantarme... ja, ja, ja!!!
Respecto al diseño de la ilustración no puedo aportar con mis palabras mucho más de lo que veis; me ha quedado muy cuqui y entrañable, infantil tal vez, pero como estoy de lo más ñoña últimamente pues es lo que me apetecía hacer; me he esmerado en realizar formas redondeadas y suaves, líneas gruesas y colores cálidos para darle una acogida afectuosa al nuevo año. En cuanto a la técnica empleada, he combinado el dibujo a mano, utilizando rotulador, con el color, la tipografía y las texturas aplicadas por Photoshop. Espero que os guste y despierte vuestro lado más sensiblero.
Pese a que escasea en mi despensa ese tiempo del que hablo, he podido secuestrar un par de horas para hacer esta ilustración que os muestro y con ella despedir al 2011 y dar la bienvenida al 2012 en vuestra compañía.
Nunca me ha gustado hacer balance personal al terminar el año (ni tampoco a mediados de Agosto, vamos, que los balances no van conmigo), así que seré breve en este aspecto y resumiré diciendo que, para mí, el 2011 ha sido un año regular. Las cosas buenas que me han ocurrido no compensan a las malas y no consigo establecer un equilibrio.
Con mucho gusto mandaré al 2011 a tomar viento fresco mientras me tomo mis doce uvitas al compás de las campanadas y podré todas mis ilusiones, sueños y buenos deseos en el 2012 y en no atragantarme... ja, ja, ja!!!
Respecto al diseño de la ilustración no puedo aportar con mis palabras mucho más de lo que veis; me ha quedado muy cuqui y entrañable, infantil tal vez, pero como estoy de lo más ñoña últimamente pues es lo que me apetecía hacer; me he esmerado en realizar formas redondeadas y suaves, líneas gruesas y colores cálidos para darle una acogida afectuosa al nuevo año. En cuanto a la técnica empleada, he combinado el dibujo a mano, utilizando rotulador, con el color, la tipografía y las texturas aplicadas por Photoshop. Espero que os guste y despierte vuestro lado más sensiblero.
Decid adiós al 2011, pero nunca digáis adiós a nadie, yo jamás diría adiós a gente como vosotr@s porque, aunque a la mayoría ni siquiera os conozco en persona, ya ocupáis un hueco en mi corazón y os llevo a donde quiera que vaya.
¡OS DESEO UN PRÓSPERO AÑO NUEVO!