domingo, 30 de mayo de 2010

Escribir: ardua y peliaguda tarea

Tener ideas (aunque no se ejecuten, porque a partir de ese preciso momento dejarían de ser simplemente ideas para convertirse en actos y entonces allá cada uno con las consecuencias de la ley causa-efecto) no es algo malo, al contrario, si alguien carece de ideas (de cualquier tipo) debería empezar a preocuparse y a plantearse que tiene un serio problema en la vida. Aunque parezca mentira, existe cierta clase de gente sin iniciativa y sin criterios específicos que simplemente se limita a copiar o a imitar las genialidades de otros, es decir, seres casi a la altura de un parásito que absorben las ideas de los demás, cumpliendo su función primordial de esponja porque no poseen una personalidad propia ni definida.

Pero el problema en cuestión, para la gente con ideas, viene cuando esas ideas se multiplican, se amontonan y ya no se sabe qué hacer con ellas; si se intenta obviarlas y apartarlas de la mente producen un comezón insoportable en la cabeza hasta que se logra disiparlas, y entonces se regresa al problema del principio: que no se tienen ideas; pero si alguien se atreve a emplearlas y a transmitirlas también tiene un problema.

Con frecuencia me pregunto por qué esta energía superior que domina el universo (llamémoslo Dios, Cosmos, Mana o como se nos antoje denominarlo) no me habrá infectado el cerebro de matemáticas, por ejemplo. Todo me resultaría menos complicado si las matemáticas me atrajesen de la misma forma que me fascinan las letras y las artes, porque π siempre va a ser 3,14159265.... La suma de 2+2 siempre dará como resultado 4, los números primos siempre van a ser números naturales que tienen exactamente dos divisores también naturales: él mismo y el 1. Algo así de racional, objetivo, cuantitativo y congruente nadie lo discute, es pura ciencia, en cambio, la música, el arte en todas sus vertientes o la literatura son actividades subjetivas y variables, productos realizados con una finalidad estética o comunicativa, a través de los cuales se expresan ideas, emociones o una visión del mundo, mediante diversos recursos plásticos, lingüísticos o sonoros.
La gran mayoría cree que el artista nace, no se hace. Yo no estoy del todo de acuerdo con esta teoría; no sé si existe algo implícito e innato en un sujeto o algún tipo de predisposición cognitiva desde una edad temprana, pero lo que está claro es que a lo largo de la vida, las aptitudes creativas, habilidades e inteligencia se pueden mejorar e incrementar mediante la práctica, la experiencia y la adquisición de conocimientos.

He tenido la oportunidad de escribir algunas cosas (sobre todo novelas) para mi uso y disfrute, pero sin llegar a publicar nada hasta el momento y no me considero escritora; no lo digo con una actitud modesta, sólo me considero aficionada a las letras y ni siquiera creo tener el derecho absoluto de criticarme a mí misma diciendo que lo que escribo está bien o mal porque no sería una opinión objetiva y aparte, en mi caso en concreto, siempre tiendo a machacarme, a auto-exigirme y a no conformarme con lo que hago.

Una vez me topé con alguien que me dijo: ¡Buah! ¡Escribir es fácil!
Bueno, si con eso se refería a copiar veinte veces en un papel "No volveré a hablar en clase" o a hacer un cuadernillo de caligrafía en 5º de E.G.B, pues debo admitir que tenía razón, no sólo es fácil, sino que es pan comido, únicamente se requiere no ser analfabeto.

Para mí, escribir bien no es sólo no cometer faltas de ortografía y procurar poseer un vocabulario extenso y enriquecido de sinónimos, que también es importante y se agradece; ni siquiera es tener una idea genial para una trama si luego no se es capaz de desarrollarla, lo importante es la infinidad de formas que existen para transmitir el mismo mensaje y tener la capacidad de desenvolverse con soltura y elegir el modo adecuado, el idóneo para hacer de ello algo sublime. Si nos paramos a reflexionar es comparable a la publicidad, el producto que intentan vendernos puede ser algo inservible y sin finalidad alguna, algo que no necesitamos y hasta puede que sea un timo que no cumpla con lo básico que han prometido, pero si el anuncio es bueno seguro que picamos en comprarlo.

Aunque tengo ideas (de esas que a veces no me dejan ni conciliar el sueño si no termino escribiéndolas o convirtiéndolas en un dibujo, según para lo que sean) admito mis limitaciones. No sé si soy buena o mala escribiendo y nunca lo sabré con exactitud dada la complejidad para unificar las diversas opiniones, añadiendo también los gustos de cada uno; pero escribo porque me gusta, tanto como leer o dibujar, y me siento feliz ante el ordenador expresando todo aquello que quiero manifestar, al igual que disfruto pintando.

Que nadie se engañe, sea innato o no, escribir es un arte que requiere esfuerzo y exige constancia además de un inacabable aprendizaje donde nunca se ve la perfección absoluta, y encima existe la desventaja de que hay quienes lo ven como una pérdida de tiempo si no se saca un rendimiento económico, como si por tasar un libro y convertirlo en una fuente de ingresos fuese a mejorar la obra. De nada sirve la inspiración de las musas si no se es perseverante o no se dispone de una habilidad muy desarrollada para comunicarse. La revisión del escrito es también algo muy importante, porque yo por lo general admito que escribo con más lentitud que pienso y por miedo a que se me olviden las cosas pues suprimo sin querer hasta palabras enteras en las frases; además es imprescindible tener a mano un par de diccionarios para hacer cualquier tipo de consulta y asegurarse de que la palabra que hemos elegido es correcta (ya sea un adjetivo, adverbio, sustantivo o forma verbal)

A veces, después de tanto esfuerzo en pulirme en mi faceta literaria me desespero y desanimo porque, total, lo que escribo voy a tener el privilegio de leerlo yo y a lo sumo dos personas más, aunque si me pongo en este plan ya es bastante duro que yo me lea a mí misma porque no tengo compasión conmigo y no me perdono ni un error por insignificante que sea.
Como la gran mayoría, puedo suponer que lo que interesa realmente es el argumento, que de los fallos y demás se encargarán los correctores de las editoriales o quién sea el encargado; si el libro sólo va a leerlo quien lo escribió y sin intención de presentarlo a ningún concurso de literatura o comercializarlo pues quizá no merezca la pena escudriñar con minuciosidad cada página para sacarle toda clase de erratas, pero si el autor pretende publicarlo está muy equivocado al pensar que una revisión no importa, porque una obra mal presentada, con faltas ortográficas, gramáticas y hasta sintácticas es inmediatamente rechazada. No creo que las editoriales estén dispuestas a perder su tiempo y su dinero con alguien que se hace llamar así mismo escritor y que lo que de verdad debería hacer es repetir unos cuantos cursos en el colegio de nuevo.

Además de la satisfacción que ofrece el escribir un libro, también puede publicarse, es difícil, pero no imposible. Publicar un libro no es algo sencillo si no se ha alcanzado cierto renombre, fama y prestigio, a no ser que el propio autor asuma los gastos de edición y todo eso corra de su cuenta como en numerosos casos, pero para ello hay que disponer de una cantidad de dinero estimada y que vaya destinada a tal fin. Aunque de esto ya hablaré más adelante, cuando me informe detalladamente del proceso y los requisitos para una publicación; mientras tanto, me voy con mis letras a otra parte.

sábado, 29 de mayo de 2010

La "R" que tropieza



Es prácticamente imposible reunir de manera íntegra todas las ilustraciones, proyectos, dibujos y bocetos que he hecho a lo largo de mi vida (y sólo me refiero a aquello que no son paridas mentales que una servidora sigue haciendo hasta la fecha actual cuando está aburrida, pero con ganas de expresarse mediante el arte para atenuar su dichoso horror al vacío en el papel). La mayoría de los trabajos están inconclusos o simplemente son bosquejos o pruebas de una idea que no he terminado (ni creo que retome) por diversas circunstancias, bien sea por la falta de interés en ese trabajo o porque tengo demasiadas cosas en esta cabezota migrañosa.

Pero el otro día, intentando encontrar algunas cosillas que recopilar y que mereciesen la pena, tanto como para publicar una nueva entrada en mi blog, me topé con "La R que tropieza"; sí, se puede decir que esta vez yo tropecé con ella entre un montón de cajones con carpetas que atesoran mis antiguos dibujos y CD´s con mis documentos, así que la rescaté de entre anteriores trabajos que permanecen perfectamente montados sobre la superficie de un soporte rígido de cartón pluma y protegidos con una lámina transparente de acetato.

Para los entendidos en comics, mi trabajo casi no podría catalogarse como la tira de un comic dentro del término, pero bueno, nadie dijo que debiera ceñirme a los moldes de lo convencional y tradicional; si me respaldo en la definición literal de lo que significa un comic viene a ser algo así como: serie de dibujos o imágenes que constituye un relato, con texto o sin él.

Así que justificado esto y cumpliendo las reglas básicas de la narrativa gráfica y secuencial, os dejo estas inusuales viñetas en las que narro de forma gráfica la historia de una letra que a causa de los percances que sufre a lo largo de la historieta se va transformando en otras letras al perder partes de la estructura inicial que la componen; combinando la tipografía con un fondo realizado a partir de un collage de texturas y un montaje final asistido por ordenador.
Así es la imaginativa vida de un ilustrador, utilizamos y aprovechamos cualquier medio, recurso o técnica para lograr transmitir lo que queremos.

viernes, 28 de mayo de 2010

Perdón, Mamá Natura

Mamá Natura enfurece

Mamá Natura grita
Mamá Natura se muere

Según especialistas científicos, nuestro hogar, el planeta Tierra, no se encuentra clínicamente en fase terminal, pero por los síntomas que ya muestra podría pasar a dicha agonía dentro de unos cuantos años si el ser humano sigue acelerando el proceso de destrucción en vez de ralentizarlo en la medida de lo posible con pequeñas contribuciones por mantener un equilibrio entre avance y conservación. Si el tiempo estipulado para que se produzca tal cambio es alrededor de unos 100, 200 años o incluso más, muchos pensarán que para ese entonces no estaremos para sufrir las consecuencias directas, pero sí las padecerán nuestros descendientes. De manera a veces inconsciente, los seres humanos continúan comportándose como un virus para la madre naturaleza, y como todo virus que ataca a un organismo vivo existe un drástico mecanismo de defensa que se activa y reacciona de manera adversa ante la enfermedad que provoca su malestar.
No quiero entrar en controversias o polémicas de ningún tipo, lo mío es escribir novelas y dibujar, limitándome a reservar mi opinión y respetando la de los demás, sin hacer apología de nada en general. Todos sabemos de este tema, que puede preocuparnos en mayor o menor grado en lo cotidiano de nuestra vida, algo que puede resultar más fácil de obviar que de asumir y afrontar con todo lo que eso conlleva abarcar. No voy a saltar con un rollo catastrofista para alarmar o alertar a la humanidad ni tengo una visión apocalíptica del planeta, y deseo destacar, señalar y advertir que tampoco pertenezco a ningún grupo ecologista ni soy una activista en potencia en tales asuntos, pero sí es cierto que deberíamos de admitir (aunque sea para nuestros adentros) que tenemos un problema pendiente por resolver con el medio ambiente a corto plazo, aunque cada uno de nuestros pareceres varíe en la escala de la gravedad y sea relativo.
Sólo pretendo exagerar este problema con mis ilustraciones, a modo de campaña de prevención, y desear de todo corazón que esto que me he atrevido a plasmar en un papel no acabe siendo nunca real, sólo un producto de mi imaginación.
Respecto al apartado técnico sobre las serie de ilustraciones, cada una posee un tamaño de DIN A4 y la técnica que empleé fue pintura acrílica sobre papel grueso de color crema.

jueves, 27 de mayo de 2010

Caricaturas

Respecto a lo que a caricaturas se refiere admito que no soy muy buena, más bien mediocre, aparte de que me cuesta un montón realizar tal trabajo en comparación con otra clase de especialidades pictóricas, gráfico-plásticas o de diseño; no es que me esté infravalorando o desee hacer alarde de una falsa modestia para obtener algún tipo de consuelo, sino que hay que reconocer de forma objetiva que una tiene sus pequeñas limitaciones y sus asignaturas pendientes en dibujo, si no me creéis juzgad vosotros mismos.
He intentado mejorar este punto flaco casi de manera obligatoria, pero después de mucho tiempo esforzándome no he obtenido resultados satisfactorios ni he encontrado la manera de crear una caricatura con la misma facilidad que hago otra serie de cosas; debe ser que no estoy hecha para hacer caricaturas y tengo que dedicarme a realizar trabajos artísticos que me resulten más sencillos de ejecutar por mi parte.

La habilidad con la que algunos artistas representan los rasgos característicos de una persona, en la mayoría de los casos fijando su atención en el rostro en concreto por ser lo más reconocible e identificable, y que se convierta en un retrato humorístico que exagera o distorsiona la apariencia física, es algo que siempre me ha fascinado en quienes saben hacerlo; por eso yo, que no puedo ocultar la falta de ese don del que carezco (y que si acaso tengo por alguna parte pues está demasiado escondido como para sacarle partido y se mantiene fuera de mi alcance como lo están los medicamentos de los niños), quiero exponer dos caricaturas de mi propia cosecha (medianamente decentes) y con ello me doy con un canto en los dientes. Y sin más me vuelvo al encaje, al dibujo en general, a la ilustración y a la tipografía aplicada al diseño. Un saludo y disfrutad de ellas porque os aseguro que en mí escasea este género.

Cabecera de mi blog


Después de dejarme los ojos en estos dos últimos días frente a la pantalla del ordenador, visitando más de 30 webs distintas y dedicadas a ofrecer plantillas gratuitas por doquier para descargar y personalizar tu blog, con más de 136 páginas cada una y tropemil diseños diferentes por página, me he dado cuenta de que lo que mejor me define es simplemente crear mi propia cabecera, porque de eso se trata... ¿No? De encontrar algo idóneo que encaje conmigo y con mi estilo, en definitiva, algo que represente mi blog y su contenido... ¿Y qué clase de ejemplo iba a dar un ilustrador exponiendo el trabajo de otro?

Puede que no sepa (aún) hacer una plantilla, pero por suerte mi celebro se sigue llevando bastante bien con mi mano izquierda, y cuando estas dos partes del cuerpo se ponen a trabajar juntas pueden salir de mí cosas como esta modesta cabecera; no es que sea la obra maestra de mi vida ni de lo que me sienta más orgullosa, y lo mismo pasado mañana me da un arrebato y cuelgo otra, pero al menos es creación mía, y con lo que me ha costado recuperar mi "don" en estos últimos años más vale que me deje de ser tan crítica conmigo misma y aprenda a valorar un poquito más lo que hago. Así que acabo de demostrarme que con dos horas, una idea repentina, un papel en blanco y dos rotuladores negros se puede salir del paso.

Reconozco que hay por ahí algunas plantillas tan tentativas para mí como el olor a café por las mañanas, pero después de seleccionar un puñado de ellas y probarlas me di cuenta de que no era exactamente lo que tenía en mente, sólo era una copia aproximada a lo que quería. Me siento cómoda con la plantilla que escogí en negro, es elegante, funcional y no distrae, que eso es lo que buscaba, que las personas que visitasen mi blog centraran su atención en mis ilustraciones, no en el decorado, y la mejor forma para conseguir lo que me he propuesto es no adornar el fondo.

Un saludo y espero que os guste mi nueva cabecera, que para no variar mis hábitos y costumbres he empezado a construir la casa por el tejado, publicando entradas antes de terminar de estructurar el blog.

martes, 25 de mayo de 2010

Un paseo por Egipto (ilustraciones II)

Arte y arquitectura

Ritos funerarios
El mito de Osiris

Un paseo por Egipto (ilustraciones)

Agricultura y civilización

Vestimenta e higiene corporal
Modo de escritura (jeroglíficos)
Estas son tres de las seis ilustraciones del proyecto.

Un paseo por Egipto (cubiertas, guardas y colofones)

Cubiertas

Guardas

Colofones

Como proyecto final de Ilustración en la Escuela de Arte Número Diez de Madrid presenté un libro ilustrado, dirigido al público infantil, con una edad comprendida entre los 7 y los 10 años.
El tema que elegí fue el de la cultura del antiguo Egipto, donde cada ilustración está acompañada de un texto que explica a grandes rasgos lo más primordial e importante en un apartado diferente: Situación actual y clima; agricultura y civilización; vestimenta e higiene; modos de escritura, arquitectura y ritos funerarios; y por último, el mito de Osiris, uno de los dioses fundadores de la antigua religión egipcia.
La idea principal consistía en crear un libro educativo y con valor didáctico, con un lenguaje no muy rebuscado para que los niños pudiesen comprenderlo, y con imágenes claras y directas que ilustraran el texto, base fundamental de mi proyecto.Las ilustraciones tienen un tamaño real de DIN A3 y están realizadas en acrílico sobre un soporte de contrachapado previamente preparado con aguaplast y cola de imprimación.
En global, el proyecto está compuesto por siete textos, una sinopsis en la contraportada, una carta de descripción de los dioses egipcios más conocidos, seis ilustraciones, dos guardas, una cubierta y una serie de colofones para anunciar el final de cada tema.

domingo, 23 de mayo de 2010

The phantom of the Opera

The phantom of the Opera

The mirror

The boat of the phantom
 
The mask

Final threshold
Desearía inaugurar mi blog con una colección de cinco ilustraciones que realicé para la novela "El fantasma de la Ópera" del escritor francés Gastón Leroux. La técnica que utilicé fue acrílico sobre papel grueso y las medidas de cada ilustración son de DIN A4. Espero que disfrutéis de mi trabajo. Muchas gracias a todos y bienvenidos.